¿Por que este sitio?
Muchas personas al acceder a este sitio pueden preguntar:
¿Pero creen ustedes, de verdad, que unos extraterrestres se iban a entretener durante años en enviar cartas a unas personas insignificantes? ¿De verdad son ustedes tan ingenuos como para no darse cuenta de que si existieran extraterrestres y pudieran llegar hasta nosotros, contactarían con nuestras autoridades y no con unos pobres indocumentados?
¿No se han enterado ustedes de que fue José Luís Jordán Peña el que montó todo este experimento sociológico? ¿No han leído sus declaraciones? ¿No han visto la máquina con la que se escribieron muchas de las cartas? ¿No conocen ustedes que fue él, Peña, quien hizo las fotos del OVNI de San José de Valderas? ¿No saben que Jordán Peña conocía desde muchos años antes al otro testigo del avistamiento de Aluche, Ortuño?
¡Y en cuanto al contenido de las cartas! Realmente hace falta ser un prodigio de candidez o ser una persona carente absolutamente de espíritu crítico, para no darse cuenta de que todo lo que cuentan en sus cartas es copia deformada y mal interpretada de avances científicos ya conocidos, o de teorías filosóficas ya viejas, desenfocadas y recosidas. El asunto UMMO rezuma sincretismo, eclecticismo y falta de rigor.
Pero ustedes, ¿Que hacen dando vida a este cadáver? ¿Son ustedes unos ingenuos? ¿Son ustedes unos simples? ¿O solo pretenden perder lastimosamente su tiempo? ¡Que mal gusto, volver otra vez sobre UMMO!
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Sí, sí, ya, ya sabemos todo eso, y no, no somos "tan" ingenuos ni "tan" simples.
Es cierto que el asunto UMMO es visto así por la (parte de) opinión pública (que conoce el tema), y es evidente que hay muy buenas razones para que aquellos que conocen solo parcialmente el asunto UMMO, recelen de él. ¿Por qué entonces dedicarle un sitio a un tema tan manido que lleva vivo desde el año 1966 y que ha sido repetidamente enterrado?
Vaya por delante que cada uno de los que contribuimos a mantener este sitio, vemos el asunto bajo diferente perspectiva, pero me atrevería a unificar unos cuantos de los presupuestos que nos mueven a interesarnos y a dedicar parte de nuestro tiempo a UMMO:
1- Creemos en la existencia de vida inteligente extraterrestre que está accediendo a nuestro planeta.
2- La excepcionalidad del contenido informativo del asunto UMMO, nos parece suficiente como para sospechar su posible origen extraterrestre.
Existencia de vida inteligente extraterrestre que probablemente está accediendo a nuestro planeta Tierra:
Aunque no tenemos ninguna prueba que lo avale, son cada vez son más los científicos que opinan que probablemente la vida no es un fenómeno restringido a nuestro planeta. No es fácil imaginar desde nuestro paradigma actual del evolucionismo por mutaciones al azar y selección por el medio, como podría la vida haber comenzado a desarrollarse en otros planetas de puro improbable que esto es, pero también es cierto que en nuestro siglo pocos se atreven a imaginar una especificidad tal de nuestro planeta que lo haga el único (o casi el único) en el universo en contener vida. La mayoría de los biólogos, aunque se sienten incómodos con el tema, seguramente opinan que la vida será probablemente un fenómeno muy extendido en el universo. Mucho mayor cautela suscita el interrogante de si la inteligencia habrá sido un fruto casual y único restringido a nuestro planeta o si será el resultado casi inevitable de la evolución.
Lo cierto es que además de estas discusiones puramente académicas sobre la vida y la inteligencia en el universo, tenemos desde hace años una masiva base de datos de supuestos avistamientos de Objetos Volantes No Identificados con un comportamiento que los hace parecer gobernados por una inteligencia. Muchísimos de estos supuestos avistamientos acaban siendo clasificados como fraudes o errores de interpretación de fenómenos naturales, pero un reducido porcentaje de ellos desafían cualquier interpretación racional.
Pero, ¿es cierto que desafían cualquier interpretación racional? La respuesta es: NO. Existe una interpretación sencilla y completa que consiste en suponer que estos objetos de apariencia metálica, opaca o brillante, que surcan los cielos a velocidades extraordinarias, silenciosamente, y que evolucionan mediante maniobras que desafían la explicación de nuestro paradigma tecnológico, son naves tripuladas por seres inteligentes, probablemente de procedencia extraplanetaria.
Esta explicación es adoptada de una manera "provisional" y a falta de otra mejor por un número cada vez mayor de personas inteligentes de nuestro planeta. Esta masa creciente de población incluye a un buen número de científicos y pensadores, a pesar de que para los científicos esta explicación choca con un muro casi ideológico. De acuerdo a nuestro actual paradigma físico relativista, se hace muy cuesta arriba admitir que unos seres procedentes en el mejor de los casos de sistemas estelares distantes unos cuantos años-luz, puedan llegar hasta nosotros en un tiempo adecuado para una vida humana.
Pero además; ¿Por qué los supuestos seres extraterrestres que nos visitan no se manifiestan claramente? ¿Por qué juegan al escondite con nosotros?
Si sumamos a la presunta imposibilidad de viajes interplanetarios (con duraciones de tiempo razonables), este comportamiento esquivo, es comprensible que una buena parte de nuestra sociedad muestre un fuerte escepticismo frente a la explicación de que esos supuestos avistamientos de OVNI, lo sean de naves tripuladas extraplanetarias.
En realidad la mayoría de la población se debate entre el escepticismo y la credulidad, y ante la falta de progreso para poder zanjar el dilema, muchos optan por una postura de distanciamiento cínico, consistente en negar el problema aduciendo sin demasiado rigor, que todo es fruto de la mitomanía de algunos, o el ansia de lo mágico y extraordinario de partes de la población.
Si nos situamos en un punto intermedio entre la credulidad y el escepticismo podemos acercarnos racionalmente, de acuerdo con el lema de este sitio, al fenómeno.
Si lo hacemos así, lo primero que nos queda claro es que negar la mayor, aduciendo que todo es una superchería, es una postura poco científica. Basta con indagar un poco para descubrir que un porcentaje suficientemente amplio de los avistamientos están bien documentados y que los testigos son fiables, y que el fenómeno descrito se corresponde inequívocamente con el de una nave aérea de fabricación "inteligente" y por último que su comportamiento excede en mucho las capacidades tecnológicas de nuestras propias naves aéreas. En definitiva lo que vemos en nuestros cielos son "naves aéreas tripuladas" pero, "no son nuestras".
Llegados a este punto hagamos por un momento un acto de humildad tecnico-científica y admitamos, aunque sea polémicamente, que una civilización extraterrestre avanzada científica y tecnológicamente respecto a nosotros, pueda haber descubierto vías que hagan posible el salvar las distancias interplanetarias en tiempos adecuados a la vida humana. Esta aceptación provisional y polémica tiene la ventaja de que nos desbloquea para poder continuar indagando esta vía y ver si llegamos a contradicciones mayores o si por el contrario nos propone soluciones al problema científico-técnico del viaje.
Si admitimos lo anterior, llegamos al segundo problema ya mencionado. ¿Por qué no se manifiestan ante nosotros de forma clara? ¿Que quieren? ¿A que juegan?
Esta segunda cuestión es, casi, más difícil de responder que la primera. En efecto la primera solo involucra un cierto acto -racional- de agnosticismo científico que la mayoría de las personas inteligentes es capaz de realizar. El aceptar la posibilidad de que conocimientos venideros completen nuestro actual paradigma científico y permitan explicar estos supuestos viajes de años-luz de distancia, es un sano ejercicio de distanciamiento que solo los más fanáticos de entre los científicos y los más obtusos de entre los no científicos, no están dispuestos a hacer. Pero sin embargo la segunda cuestión no toca únicamente a la razón sino también a nuestras emociones y a nuestra psique individual y colectiva: ¿Que hacen esos supuestos viajeros, mirándonos desde lo alto como a animales en un zoo? ¿Porque no bajan y dan la cara?
La verdad es que está segunda cuestión impacta de lleno en nuestro orgullo de humanos. Es humillante admitir que, para unas supuestas civilizaciones extranjeras, no somos más que objeto de un estudio lejano y distanciado. Es humillante admitir que, para esos seres, podamos ser como los insectos para un entomólogo, y que esos ET se consideren legitimados para abducirnos, estudiarnos y soltarnos después, para luego continuar su viaje.
Sin embargo, veamos una posible explicación.
Si fuera cierto que la vida y la inteligencia son moneda común en el universo, no sabemos nada de como se desarrollará la vida inteligente en otros planetas. No sabemos tampoco nada de que tipos de complejos culturales pueden desarrollarse en otros mundos, pero sin embargo SÍ tenemos idea de lo que ha ocurrido aquí en nuestro propio planeta y en tan solo unos pocos milenios. Si no fuera por lo habituados que estamos a nuestra propia diversidad, nos asombraría reflexionar que en unos pocos milenios hemos tenido civilizaciones y culturas tan extremas y distintas, como la asiria, la mesopotámica, la egipcia, la griega, la latina, la europea moderna, la islámica, la china, la azteca, la japonesa, la india, la maya, la inca, y eso sin citar a culturas menores, como la de la isla de Pascua, las africanas, la celta,... ¿Para que seguir? Creo que está claro hacia donde apunto.
Hagamos un poco más de historia. Cuando Alejandro Magno luchó con los persas, o cuando Roma devastó Cartago, nadie tenía el menor sentimiento de pérdida por aquellas culturas sometidas. Sencillamente los vencedores llegaban, arrasaban y saqueaban. Cuando Cristóbal Colón llegó a América, no hubo un solo hombre culto que derramara una lágrima por aquellas culturas azteca o inca que quedaron arrasadas, sin embargo no hay actualmente ni un solo ser culto que no llore la desaparición de la biblioteca de Alejandría. Así pues vemos que cuanto más evoluciona una civilización, más se interesa y protege a las otras culturas con las que convive. Cuando en el siglo XIX los europeos colonizaron África, ningún inglés, belga, neerlandés o alemán manifestó el menor interés por proteger al pueblo bosquimano, sin embargo hoy en nuestros días si descubriéramos una cultura primitiva no contaminada en alguna remota isla del sudeste asiático, es posible (todavía no me atrevo a decir probable) que se protegiera el acceso a esa isla para mantener esa cultura en toda su pureza y que se intentara un estudio no invasivo de ese pueblo.
Pero ¿Que pasaría si esos seres aparecieran mañana en sus naves y descendieran para presentarse a las autoridades mundiales (por cierto, ¿a que autoridades?)? Imaginemos que se presentan por fin oficialmente y entablan relaciones diplomáticas con nosotros. Imaginemos que nos transfieren una tecnología y una ciencia que está a cientos o a miles de años de distancia temporal de nuestros paradigmas actuales. Imaginemos que nos muestran sus formas de organización social y económica, y que nos muestran su filosofía, su arte, su concepto de lo trascendente, su visión del cosmos y de la evolución. ¿Que pasaría?
Quizás haya quien piense que solo bien vendría de semejante transferencia cultural. Yo, lamento ser más cínico, lo que creo que pasaría es que una buena parte de los conocimientos científicos y técnicos irían a parar a manos de esas corporaciones industriales y de esos poderosos que hacen que nuestro mundo sea infeliz e injusto y que serían los que contarían con los medios adecuados y podrían realmente asimilarlos y utilizarlos y con eso conseguirían inmensos beneficios que solo harían nuestro planeta más desequilibrado e injusto aún. Por otra parte los métodos organizativos serían utilizados también por nuestra oligarquía para su propio interés. Por último su cultura más desarrollada y madura arrollaría a la nuestra y en el plazo de unas pocas decenas de años, habrían conseguido una destrucción social sin precedentes.
No quiero entrar a describir en detalle todo el complejo sistema de reacciones simultaneas y en cadena que imagino que seguramente se producirían, pero creo que no es difícil imaginar que ese escenario de alienación cultural y de potenciación de los desequilibrios de nuestra sociedad, serían muy probablemente la consecuencia de ese contacto prematuro e irresponsable por parte de unos extraterrestres que se presentaran ante nosotros así de claramente.
Muchos al leer el razonamiento anterior, desecharan esta posibilidad como una visión catastrofista poco probable, y en cualquier caso preguntarán: ¿Por qué entonces, si no desean establecer contacto con nosotros para no perjudicarnos, se dedican a pasear por nuestros cielos dejándose entrever? ¿No es esto contradictorio? ¿No sería más correcto el permanecer completamente en la sombra?
Vaya a continuación una respuesta especulativa. Yo pienso que la necesidad de proteger a una civilización planetaria de esa alienación cultural por contacto, no es algo de duración ilimitada. Yo imagino que si ese contacto oficial se produjera con un planeta que estuviera en un punto de evolución como el nuestro en el medioevo por ejemplo, el resultado sería irreversible y la cultura de ese planeta nunca llegaría a desarrollarse. Sin embargo también imagino que un planeta puede con el tiempo llegar a desarrollar su sociedad, dotándola de estabilidad, equilibrio y justicia y por otra parte puede llegar a crecer científica y culturalmente hasta el punto de comprender la estructura real del cosmos y sus leyes. Pienso que una sociedad en ese punto de evolución y habiendo asumido la gran probabilidad de la existencia de otras civilizaciones, puede intentar de una manera consciente y deliberada contactar con esas civilizaciones. Creo que llegados a ese punto, esa civilización planetaria se encontrará ya en condiciones de afrontar el contacto con otros seres inteligentes.
¿Donde estamos nosotros? Creo que estamos en un punto intermedio y que incluso ya hay sectores de la humanidad que estarían en condiciones de contactar sin riesgo de alienación cultural con esos seres extraplanetarios, pero sin embargo también creo que la humanidad en su conjunto y máxime con nuestra injusta estructura económico-social, no lo estamos. Pienso por último que no estamos excesivamente lejos (10 años? 100 años?) de llegar al punto en que una toma de contacto oficial pueda producirse.
No me extraña pues esa política, que parece deducirse de su comportamiento, de mostrarse de forma esquiva para de esa manera potenciar el cuestionamiento social de la existencia de vida inteligente extraplanetaria, y simultáneamente su no presentación oficial.
Con todo lo anterior: ¿Porqué UMMO es excepcional? ¿Porqué se puede sospechar un posible origen extraterrestre?
Supongo que muchos al leer hasta aquí se dirán: "Bien de acuerdo. Aunque con matices, puedo estar de acuerdo con lo anterior, pero ¿Y UMMO? ¿Que tiene que ver lo anterior con UMMO?”
Además de los avistamientos de OVNI, esto es de naves de procedencia desconocida, tenemos una rica colección de personajes que dicen haber entrado en contacto con esos supuestos viajeros del espacio, y de hecho hemos acuñado un nombre para ellos: "Contactados". Yo distinguiría dos categorías dentro de esos "contactados".
- Personas que dicen haber tenido un contacto breve con extraterrestres, y dentro de este grupo: a) los que han tenido el contacto de forma consciente y b) aquellos otros que han sido "abducidos" durante unas horas o minutos para ser estudiados tras ser puestos previamente en estado de inconsciencia.
- Personas que dicen tener un contacto duradero (más o menos largo) con algún ser extraplanetario que le utiliza como "canal" para comunicar al mundo toda una filosofía.
La mayoría de los estudiosos del fenómeno OVNI tienden a catalogar el asunto UMMO dentro de este segundo tipo de contactos, pero las diferencias son notables. Veamos dos:
- Normalmente estos supuestos contactados, suelen presentarse a si mismos como seres especiales elegidos por “ellos”, algo así como embajadores plenipotenciarios de los extraterrestres. Muchos de estos, además, consiguen vivir (a veces muy bien) del protagonismo que el cargo de "embajador de los extraterrestres" les otorga. No sucede así para nada en el asunto UMMO. Desde las primeras cartas y hasta nuestros días han procurado, de una manera que parece deliberada, no otorgar protagonismo a ninguno de los receptores de sus cartas. Bien es cierto que algunos han recibido más cartas que otros y también es cierto que algunos se han interesado más por su contenido que otros, pero la regla general ha sido la de evitar que nadie asumiera el cargo de “embajador de los ummitas”.
- La segunda diferencia hace referencia al contenido. Evidentemente en este caso media un juicio de valor y admito que este punto puede ser visto de muy distinta manera, incluso de forma opuesta, por otras personas, pero a mi modo de ver y ciñéndome a lo que conozco, la mayoría de los contenidos de los supuestos “contactados”, es verborrea vacía. Mesianismos milenaristas, deseos buenistas de que el bien triunfe y el mal salga por la ventana, y pseudo filosofías trascendentales que son un refrito barato de orientalismo y teosofía y que inducen a la creación de grupos de “elegidos”. Todo un desatino. Hay también por último algunos contactados que describen planetas imposibles y teorías físicas que dan vergüenza ajena.
Volviendo a la pregunta inicial de esta sección. ¿Por qué el asunto UMMO es especial y no es un contactismo más al uso?
Veamos algunos puntos:
- Cuentan en sus cartas como conocieron la existencia de nuestro planeta (D57-1, D57-2, D57-3, D57-4 y D57-5) y como llegaron aquí, así como los primeros días que pasaron en Tierra. Este relato ameno y a veces casi divertido no es el de unos seres numinosos casi divinos y pluripotentes, sino el relato de unos seres “humanos”, solo que más avanzados e inteligentes. Para mi esto los hace creíbles pero no constituye ninguna prueba.
- Describen con cierto detalle su sistema planetario, su forma de vida y su historia (D41-1 a D41-16, D74, NR21). Tanto su estrella como su planeta son, desde un punto de vista astrofísico y geológico, creíbles y consistentes. En cuanto a su forma de vida y su historia, vuelve a ser notable la cualidad de “humanos” que se desprende de sus relatos, y otra vez para mí, esto los hace plausibles y aceptables pero tampoco prueba nada.
- Describen su ciencia básica, fundamentada en unos elementos que ellos llaman IBOZOO UU (D59-1, D59-2, D59-3, D59-4) y que yo me atrevo a traducir como Elementos Primordiales. Para cualquier científico que lea con detenimiento las cartas dedicadas a estos “elementos” y medite un poco sobre ellos, la sorpresa puede ser mayúscula. Por primera vez en la historia de la humanidad nos es presentada una “teoría del todo” (como gustan llamar los físicos a la teoría que explicara toda la realidad física) que no da por sentada la existencia “real” del espacio. El espacio, que Newton llamaba “Sensorium Deo” esto es el órgano “sentiente” de Dios, es una noción tan internalizada en nuestra cultura, que hemos dado por supuesto siempre que es una realidad subyacente al mundo físico. Imaginamos de forma acrítica (ya que nunca ha sido puesto en duda) que las “cosas” existen en el espacio. El espacio es una condición primera de la realidad. Tan es así que hasta nuestro último Gran filósofo Kant, imaginó que las cosas “externas a nosotros” que trascienden (llegan) a nuestra consciencia por el intermedio de los sentidos, son percibidas entre otras cosas porque el entendimiento tiene un “a priori” que es la noción de espacio y que permite interpretar ese tren de impulsos nerviosos que codifican (y enmascaran) la “señal” proveniente de los “objetos externos” (Kant llamó “Noumenos” a esa realidad externa a la consciencia, que no es conocible nunca en su última esencia). No quiero extenderme más sobre estos “objetos” básicos de la realidad de los que hablan los ummitas (aunque pueden ver un estudio más detallado en la sección Análisis y Trabajos) pero si que desafío a quienquiera que afirme que todas los conocimientos ummitas son trasunto deformado de teorías terrestres a que muestre un solo trabajo en que el espacio sea considerado solo como la representación mental que accede a nuestra consciencia y que es elaborada por nuestro cerebro a partir de una realidad primera en la que no existe ni espacio, ni tiempo ni masa, aunque si unos elementos primeros que codifican en sus interrelaciones (angulares) una información consistente y correlacionable biunívocamente con esa imagen mental de la realidad que tan cara es a nuestra consciencia. Como dicen en una de sus cartas: (D78) “Las “cosas”, los objetos de mi proceso mental no “son” sin duda como yo los percibo, como yo las proceso por medio de un mecanismo racionalizador muy complejo. Las relaciones causales son relaciones “EN-MI” procesadas según un orden elaborado por tales mecanismos. Un vegetal es aprehendido por “mí” con unas características que simbolizan sus “reales” atributos. “Mi” impresión sensorial accedida al campo de la conciencia es sin duda una ilusión con base a unas constantes exteriores. Así el color será la impresión psicológica de un estimulo de naturaleza electromagnética y el concepto de masa impreso en mi conciencia dista mucho de identificarse con el atributo físico real que lo genera.” A esto podríamos añadir que igualmente el concepto de espacio será la impresión psicológica de “algo” que no es en absoluto como nuestra imagen mental de espacio nos presenta.
- Su filosofía (D75 a D81), que nos presentan a un nivel muy básico, es de una claridad y profundidad sorprendentes. Su ontología es de una riqueza extraordinaria y de hecho su multiplicidad ontológica da lugar a una lógica ampliada (NR20), tetravalorada, que da cabida a más formas de ser que las que se admiten en nuestra cultura: “Ser” y “No Ser”. Su gnoseología es sencillamente un hallazgo que cualquier filósofo apreciaría ya que en ella las distintas teorías del conocimiento, platónica, aristotélica e incluso kantiana, quedan subsumidas, coordinadas y superadas. Bien es verdad que esto es posible porque ellos habrían llegado a un nivel de desarrollo científico que les permite integrar lo que nosotros llamamos metafísica dentro del campo estricto de lo empírico, y de esta manera su especulación sobre como se produce el “conocimiento de la realidad”, no versa sobre construcciones “metafísicas” ideales y arbitrarias (aunque en nuestra filosofía este discurso desconectado de la realidad física nos haya servido muchas veces para llegar muy lejos) sino sobre elementos que aunque trascienden el mundo físico accesible por los sentidos, son de alguna manera accesibles a la investigación empírica. Si todo esto les parece contradictorio, les invito a que lo comprueben por ustedes mismos.
- Su sentido de lo trascendente (D357-2, D731, D792-1, D792-2), pasa de ser desconcertante en una primera lectura a convertirse en un paradigma tan integrado con su física y su filosofía, que al leerlo nos decimos a nosotros mismos que era inevitable que se presentara como se nos presenta y a la vez no deja de sorprendernos por su originalidad (desafío otra vez a quienquiera que sea a presentar una cosmovisión que sea ni tan siquiera parecida a la de las cartas -tal vez la visión de Teilhard de Chardin se aproximaría algo en algunos puntos a la de los ummitas-)
- Su organización social (D68-1, D68-2) mezcla: a) una estructura profundamente democrática en la que sus legisladores (órgano supremo de UMMO) son elegidos mediante un sistema de democracia directa escalonada y sus puestos ejecutivos son asignados mediante un proceso muy riguroso de selección basado en las características mentales y psicológicas de todos los habitantes de UMMO y b) una estructura económica y productiva basada en la propiedad colectiva de todo el aparato productivo así como de todos los productos de uso. Es evidente que para nosotros este sistema de organización económica despierta toda una serie de reflejos psicológicos que nos pueden producir un fuerte rechazo o un fuerte apego dependiendo de nuestra adscripción política e ideológica. Yo invito a reflexionar con calma y serenidad sobre la extraordinaria justicia y equilibrio que los supuestos ummitas dicen haber conseguido con este sistema.
- Su visión de los problemas de nuestro mundo (D104, D118, D1378) no apunta a supuestos incumplimientos de leyes divinas ni a arcangélicas llamadas a la paz y a la armonía interior y mucho menos supone que la salvación está en crear grupitos de elegidos. Los problemas que tiene nuestra sociedad dependen en última instancia de nuestro desequilibrado y escaso aún desarrollo neuro-psicológico, pero esto escapa a nuestra responsabilidad. En cambio si que es responsabilidad nuestra el mantenimiento de un sistema que promueve el ascenso a los puestos de poder de las personalidades más ambiciosas, codiciosas y sin escrúpulos que solo buscan su enriquecimiento personal y que para ello alían a su causa un 10% o 20% de la población mundial a la que permiten el acceso a una vida sin graves problemas económicos y en la que se valora el éxito social principalmente por el grado de consumo, mientras una gran parte del resto de la población mundial padece una pobreza extrema que sería fácilmente eliminable en poco tiempo si aceptáramos sistemas de producción y de organización social, así como objetivos de vida más racionales.
- Describen también en sus cartas elementos de una tecnología que si entonces en los años 1966 o 1967 ya eran avanzadísimos respecto a la época, lo siguen siendo ahora. Pero no solamente es eso, sino que la tecnología que entonces parecía exótica, actualmente comprendemos que no solamente era avanzada para la época sino que nuestra tecnología ha ido avanzando por caminos que apuntan en esa dirección. Por poner unos pocos ejemplos. Describen en una de sus cartas (D69-1Nota 6) como para hacer más llevaderos sus viajes espaciales, incorporan una especie de “caretas” en forma troncocónica con un frontal (equivalente a lo que podríamos llamar ahora “gafas de realidad virtual”) alejado unos 25 cm de los ojos, con dos superficies a cada lado orientadas de modo que cada ojo solo tiene acceso respectivamente a una de las dos superficies. Estas superficies con una densidad de pixeles luminosos (1,6 x 108 pixeles esto es unos 10 000 x 10 000 pixeles) que podríamos calificar como de altísima resolución, emiten la misma escena pero decalada en su punto focal cada una de ellas unos centímetros de modo que los ojos captan una realidad estereoscópica como si estuvieran frente a un mundo real. Cualquiera que siga las novedades del mundo de la electrónica sabrá que esta tecnología, aun incipiente, está empezando ahora (40 años después) a ser realidad. Por supuesto en los años 60 esto no era todavía ni ciencia ficción. En otra de sus cartas nos proponen la realización de un aparato grabador y reproductor de música sin piezas móviles basado en un aparato ya en desuso por obsoleto, de su planeta. El aparato, al alcance de nuestra tecnología de los años 60 (y mucho más de la actual) consiste en un tubo de rayos catódicos modulado por unos campos magnéticos que le obligan a recorrer una espiral y que a su vez están controlados en última instancia por una señal acústica (D66) y que hacen que el spot del rayo de electrones incida con mayor o menor intensidad sobre una placa de tipo fotográfico donde queda impresa fielmente la equivalente óptica del espectro de la señal acústica. Pues bien esta tecnología podría ser todavía útil ya que si en vez de grabar una señal continua lo que hiciéramos fuera grabar una secuencia de dígitos binarios, obtendríamos el equivalente a nuestros actuales CD o DVD solo que grabados con una tecnología mucho más potente y barata, en la que no habría piezas móviles como continúa habiendo en nuestros grabadores-reproductores de CD/DVD.
- Por último a lo largo de sus cartas podemos encontrar una serie de afirmaciones que pueden (o podrán) ser contrastadas por nuestra ciencia. Entre las más llamativas tenemos:
- En una de sus cartas afirman que en Marte existe vida muy primaria (D57-2), básicamente seres unicelulares y vegetales pluricelulares sencillos (líquenes, dicen en otra de sus cartas): "posteriormente hemos descubierto en este OYAA no sólo formas proteicas y aminoácidos, sino seres unicelulares y pluricelulares vegetales sencillos. (No tardarán ustedes en comprobarlo también)". Actualmente nadie discutiría demasiado la posibilidad (que no la probabilidad) de que este tipo de vida exista en Marte, ya que a medida que ha ido aumentando nuestro conocimiento de nuestro planeta vecino, hemos podido comprobar que la existencia de agua en el subsuelo marciano en forma de un “permafrost” helado, es más que probable y que la efusión de agua líquida en superficie parece que es un fenómeno bastante recurrente. Además ciertas trazas de la vida como la existencia de metano en la atmósfera marciana, nos impulsan a aceptar la posible existencia de vida, aunque no es un tema que esté ni mucho menos zanjado. (Ver aquí a la derecha una imagen de la nave Mars Global Surveyor que detectó en los años 1998-1999, en el polo sur marciano la aparición de estas "manchas oscuras" al principio de la primavera marciana en el hemisferio sur. Estas "manchas" -que pueden ver ampliadas clicando en la imagen- desaparecían al final del verano, para volver a formarse a la primavera siguiente). Sin embargo cuando se hicieron estas afirmaciones en los años 66-67, no era para nada evidente todo esto. Para el gran público Marte seguía siendo el planeta de los canales “descubiertos” por Schiaparelli. Además en el año 1965 la primera sonda marciana Mariner 4, envió las primeras fotos de la superficie marciana revelando un planeta muy parecido a la Luna como corroboraron en el año 1969 las siguientes sondas Mariner 6 y 7 (solo muchos años después empezó a verse que Marte no era tan estéril y parecido a la Luna y que podría haber agua en él). Todo esto hacía que en aquellos años el consenso científico de la época se alineara con la opinión de que Marte era un planeta sin posibilidad alguna de albergar vida.
- En los años 1966-67 no estaba cerrada en absoluto la cuestión de si nuestro universo es abierto o cerrado. Explico un poco esto. En el año 1929 Edwin Hubble, midiendo lo que se llama “desplazamiento al rojo” de galaxias alejadas, había establecido que todos los grandes cuerpos celestes se separaban los unos de los otros a una velocidad que era tanto mayor cuanto más alejados estaban entre si. Esto implicaba según había avanzado de forma teórica Alexander Friedman que el universo se expandía. En la década de los 1940-1950 George Gamow desarrolló la teoría (basada en una hipótesis previa de Georges Lemaître) que explicaba esta expansión del universo como resultado de la explosión de todo nuestro universo desde una singularidad inicial de masa de densidad infinita y que actualmente conocemos como teoría del Big Bang. Por último en el año 1964 Penzias y Wilson al medir la radiación de fondo del universo confirmaron esta teoría de la Gran Explosión, haciendo que por aquellos años empezara a ser aceptada la visión de un universo no estacionario, sino con origen y fin y que en ese momento se estaba expandiendo. Sin embargo en esos años no quedaba claro en absoluto si esa gran expansión iba a continuar indefinidamente, alejándose unas galaxias de otras hasta perderse de vista y así hasta el fin de los tiempos o si llegado un momento el universo se empezaría a contraer hasta acabar en un “Big Crunch” (igual que cuando lanzamos un objeto hacia arriba, este vuelve a caer o escapa del campo gravitatorio terrestre dependiendo de la velocidad de escape y de la masa de la Tierra que es la que determina la profundidad del campo gravitatorio terrestre). Por tanto tenemos que esta pregunta de si el universo es cerrado (volverá a contraerse al llegar a un punto de máxima expansión) o abierta (seguirá expandiéndose indefinidamente) era de máxima actualidad en aquellos años. Los ummitas sin embargo en el año 1966 afirmaban tajantemente que nuestro universo es abierto (D41-15) "Llegará un momento en que los dos Universos quedaran reducidos a un continuo ESPACIO-TIEMPO hiperesférico de radio negativo pero ahora de magnitud infinita. Sin concentración de masas, es decir sin Galaxias, es decir: sin curvaturas o “arrugas”. Solo una propagación continua e isótropa de radiaciones con la misma frecuencia puesto que para entonces las múltiples funciones sinusoidales generadas por WOA se habrán puesto en fase y habrán dejado de producirse esas ondas estacionarias, esos nodos y crestas que nuestros ingenuos sentidos interpretan respectivamente por “VACÍOS” y “MASAS”. Solo habrá un Océano de ondas cuya amplitud ira decreciendo hasta la muerte final de la pareja Cósmica". Actualmente esta cuestión sigue sin respuesta y no sabemos si nuestro universo se colapsará llegado a un punto. Sin embargo esta cuestión ha perdido actualidad debido a otros motivos. Ahora sabemos que la masa visible en nuestro universo no llega ni de lejos a la masa crítica necesaria para que nuestro universo sea cerrado. En realidad según nuestras últimas mediciones la masa “normal” existente en el universo no llega ni al 5% de la necesaria para que el universo sea cerrado. Según esto tendrían razón los ummitas sino fuera porque hemos empezado a encontrar otros elementos exóticos, masa oscura, energía oscura, que hacen de la cuestión un tema mucho más delicado de lo que parecía en los años 60. Con todo y eso, en nuestros días (año 2009) casi ningún cosmólogo negaría que la geometría más probable de nuestro universo es abierta, tal y como afirmaron los ummitas en el año 1966.
- Los ummitas en varias de sus cartas nos explican que en el Universo Global coexisten infinitos pares de universos como el nuestro (D731). Cada Universo tiene una cantidad diferente de masa (de 0 a infinito) y simétricamente, la velocidad de la luz en cada pareja de la serie infinita, varía también de cero a infinito. Esta afirmación era realmente exótica en los años 60 (aunque ya Hugh Everett había postulado la posible existencia teórica de universos paralelos como resultado de un desdoblaje permanente de la realidad cada vez que un suceso microfísico es medido, estos universos no tienen nada que ver con los que proponen los ummitas).
- Con todo, para mí, la afirmación-predicción comprobable a corto plazo más sorprendente de todas, es la siguiente: (D41-15) “Por otra parte indicamos que se realizó una explosión. En efecto: La inmensa masa de cada Cosmos se fragmenta en partículas, y estos fragmentos expulsados brutalmente hace millones de años, constituyen las actuales Nebulosas o Galaxias, que se desplazan hoy con velocidad “casi” constante. Obsérvese que puntualizamos ese “CASI” en un momento en que los astrónomos de ustedes juzgan que la velocidad ha de ser CONSTANTE o UNIFORME basándose en dos razonamientos falsos: (A) El desplazamiento de las bandas del espectro, en las Galaxias observadas, es CONSTANTE y orientado hacia el ROJO. (B) Parece lógico pensar que si las Nebulosas no son impulsadas por un Campo de Fuerzas pues proceden de una explosión inicial del Universo, por inercia se desplazarán con Velocidad (2) uniforme. Más ambas premisas son falsas e ingenuas: (A) Sus aparatos de medida son poco precisos pues de lo contrario hubieran observado que el corrimiento de las bandas hacia el Rojo, no es constante sino una función periódica no sinusoidal de amplitud media casi imperceptible pero evaluable. (B) Ustedes no han tenido en cuenta que nuestro Cosmos gemelo ejerce una influencia sobre nuestras Galaxias. Precisamente en UMMO como indicábamos antes, hemos descubierto a UWAAM partiendo de estas interferencias. Esta interacción impide que nuestras Nebulosas se desplacen con velocidad 2 uniforme (velocidad 2 = aceleración). Por ello, la medida que ustedes hacen de la edad del Universo es inexacta, puesto que utilizan como parámetros esta pseudo velocidad 2 constante actual de las Galaxias y su distancia valorada a la Tierra, con el agravante de que si bien ahora la velocidad 2 es casi constante, en los primeros tiempos de la creación, la aceleración (función sinusoidal) llegó a tener una enorme amplitud.“ Pongamos estas afirmaciones en perspectiva. En los años 1966-1967, y tras el sensacional descubrimiento en 1964 por Penzias y Wilson de la radiación de fondo correspondiente a un cuerpo negro a 2.7 K, se estaba acabando de consolidar la aceptación generalizada de la teoría del Big Bang. Sin embargo a principio de los años 70 una serie de anomalías empiezan a preocupar a los cosmólogos, ya que de acuerdo a la teoría deberíamos contemplar un universo mucho menos homogéneo e isótropo del que realmente nos es dado contemplar. La distribución de galaxias que podemos ver mediante nuestros telescopios es igual en todas las direcciones y en general el universo se presenta “liso” y homogéneo cuando debería haber mucha más anisotropía de acuerdo a los modelos teóricos. Este problema de incompatibilidad entre el modelo teórico y la observación continuó creciendo durante la década de los 70 y en 1981 Alan Guth propuso por primera vez la teoría de la "Inflación Cósmica" para dar una solución a estas anomalías (podemos mencionar quizás el trabajo, puramente teórico, de Willem de Sitter como un precursor). La solución que propuso Alan Guth, es que durante los primeros millones de años después de la gran explosión, la velocidad de expansión del universo sufrió una aceleración de modo que poco después de 500 millones de años del tiempo cero, el universo había crecido hasta casi el 80% del tamaño que tiene actualmente. Esto permitió que las diferentes partes del universo se comunicaran y que este se homogeneizara. A este periodo inicial de crecimiento acelerado es a lo que se llama periodo inflacionario. Lo sorprendente es que en el año 1966, fecha de recepción de la carta citada arriba, no solamente no existía ninguna teoría que hablara de una primera época de expansión acelerada del espacio, es que sencillamente, no había ni tan siquiera la necesidad de enunciar una hipótesis de ese tipo (los trabajos de de Sitter son puramente teóricos sobre la ecuación general de Einstein y sobre su constante cosmológica) ya que los problemas a los que daría posteriormente solución la teoría de la inflación cósmica, aunque ya conocidos, estaban todavía casi sin focalizar. Cualquier físico cosmólogo que lea esto, deberá admitir simplemente: “esto es extraordinario”
- Más aún. Si releemos las afirmaciones que los ummitas hacen en el año 1966, encontramos que no solo dicen que: “en los primeros tiempos de la creación, la aceleración (función sinusoidal) llegó a tener una enorme amplitud“, sino que además nos dicen: “las actuales Nebulosas o Galaxias, que se desplazan hoy con velocidad “casi” constante. Obsérvese que puntualizamos ese “CASI” en un momento en que los astrónomos de ustedes juzgan que la velocidad ha de ser CONSTANTE o UNIFORME” y después: “Sus aparatos de medida son poco precisos pues de lo contrario hubieran observado que el corrimiento de las bandas hacia el Rojo, no es constante sino una función periódica no sinusoidal de amplitud media casi imperceptible pero evaluable.” En definitiva los ummitas (en el año 1966!!!) no solo afirman que en los primeros tiempos el universo se expandió exponencialmente (inflación cósmica enunciada en 1981) sino que además nos dicen que el universo sufre aceleraciones y deceleraciones de amplitud media casi imperceptible pero evaluable. Esto último es otra vez inexplicable. En efecto, desde hace ya varios años, desde mediados de la década de los 90, un proyecto llamado WMAP, cartografía sin cesar la temperatura de la radiación de fondo del universo y gracias a él tenemos en este momento la confirmación de varias de las afirmaciones ummitas. En efecto, según los resultados de este proyecto: a) el universo se expandirá indefinidamente (es abierto), b) Se produjo una inflación cósmica en las primeras épocas del universo. Hay además una tercera consecuencia que cada vez cobra mayor importancia c) El universo está acelerando su expansión en nuestros días (Ver imagen a la derecha). Lo infinitamente curioso de todos estos datos es que según nuestra concepción actual, primero hubo una expansión exponencial del universo (inflación cósmica) luego la expansión se frenó (aceleración negativa durante un tiempo hasta reducir la velocidad de expansión hasta la “casi” constante de nuestros días y así permanece durante miles de millones de años y por último actualmente estamos otra vez en un periodo de aceleración en la expansión cósmica. Esto de que estemos en una época en la que ha vuelto a aparecer la misteriosa aceleración cósmica, es un poco sospechoso desde el punto de los físicos, a los que no les gusta mucho las situaciones que nos dicen que estamos en un momento “singular”. Sin embargo los ummitas por su parte, aunque coinciden en lo de la primera fase de inflación, nos dicen que una vez finalizada esta el universo sufre periódicas aceleraciones y deceleraciones de amplitud casi imperceptible. Esto indicaría que efectivamente podemos estar actualmente en una fase de pequeña aceleración, pero que no sería cierto que esto es la primera vez que ocurre desde que acabó el periodo inflacionario hace trece mil millones de años. Este comportamiento del universo (que no implica una singularidad para nuestro momento actual) sería mucho más del gusto de los físicos. Con todo esto veamos un resumen de las distintas visiones cosmológicas del Big Bang desde los años 60. Primero se pensaba en una gran explosión seguida de una expansión con velocidad constante.:
A continuación en el año1981, Alan Guth propone su universo con una fase inflacionaria inicial de expansión acelerada:
Como consecuencia de los datos aportados por la sonda WMAP se propone un universo con una fase de inflación inicial y tal que en nuestros días está acelerando su expansión.
Veamos por último, el modelo de expansión del universo que los ummitas proponían en 1966!
Hace pocos meses se ha lanzado la nave continuadora del proyecto WMAP, la Plank Surveyor, que se situará en el punto L2 de Lagrange de la órbita terrestre y desde allí cartografiará con una precisión sin precedentes la radiación de fondo del universo. Esta misión nos podrá dar respuesta a si las afirmaciones de los ummitas sobre las variaciones periódicas no sinusoidales de la aceleración de la expansión del universo, relatadas en una carta en 1966 son o no son ciertas. Si fueran ciertas, creo que no habría ni un solo cosmólogo en el mundo que no aceptara inmediatamente que esto era: "absolutamente impredecible por un terrestre en el año 1966".
Con todo lo anterior, ¿como creen ustedes que aceptemos sin más que un tal José Luis Jordán Peña, escribió todo esto? Yo he tenido la ocasión de hablar durante unas horas con el Sr. Jordán Peña y solo puedo decir que cuando le planteé estos temas, mi impresión fue que sencillamente no entendía ni de que le hablaba.
Por todo esto en definitiva, creemos que merece la pena volver sobre el asunto UMMO, y repitiendo nuestro ya reiterado consejo, les volvemos a animar: Pasen ustedes, lean los textos, y juzguen.