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UMMO-Ciencias

Sitio dedicado al estudio racional del asunto UMMO

D77 El lenguaje y nuestra lógica.

EL LENGUAJE Y NUESTRA LÓGICA.

 

Nuestro primer objetivo del pensamiento fue elaborar unas bases dialécticas, una lógica que fuese independiente del lenguaje; del idioma. Ello era de vital importancia si ustedes tienen en cuenta que nuestra forma de expresión es bisincrovalente y que la codificación verbal del pensamiento en dos modalidades capaces de ser fonificadas simultáneamente ( una de ellas por un mecanismo linguogutural similar al de los idiomas de TIERRA, y el otro mediante un código que implica repe­ticiones secuenciales de los fonemas) predispone a interpretaciones erróneas y es una fuente de falacias debido a la ambigüedad de los tér­minos utilizados y el matiz emotivo con que son expresados.

 

Por ello se escogió nuestra OIYOYOIDAA (forma nuestra de expresar ideas mediante repetición codificada de varias voces en el contexto de una conversación normal) para que sirviera de base a la comunicación verbal de nuestros conceptos AADOO-AUGOOA (lógicos). Las ideas trascendentes expresadas así en un lenguaje de base mate­mático.

 

De ese modo, los OEMII de UMMO podemos emplear a voluntad tres instrumentos verbales que son utilizados en función de las necesidades del individuo en cada instante.           

 

El primero, DU-OI-OIYOO (puede traducirse como lenguaje de enlace) utiliza ideogramas en su expresión gráfica y voces conexas o ligadas que representan conceptos, valores y objetos concretos cuando no órdenes complejas de ideas. Es un vehículo que sirve para conversar en torno a cuestiones rutinarias (lenguaje doméstico, técnico, macrosocial vulgar) (Ver Nota 8).

 

NOTA 8. -

En otra ocasión le hablaremos de nuestra forma de comunicación OANNEAOIYOYOO (ustedes dirían “TELEPATÍA”). Ella nos permite conexionar a los elementos integrantes de nuestra RED SOCIAL a grandes distancias. Dos dificultades empañan, no obstante, esta vía in­formativa:

 

Requiere cierto tiempo la iniciación del contacto entre dos OEMII.

 

Conceptos complejos de carácter lógico trascendental no pueden acceder por esta vía, solo útil para la transmisión de ideas sencillas y tópicas.

 

Durante el proceso docente, en reuniones de carácter tras­cendente; en los diálogos entre lo que ustedes llamarían intelectuales; cuando las jerarquías de nuestra sociedad (nuestras autoridades supre­mas están situadas en tres planos: UMMOAELEWE, UMMOAELEVEANI y UMMOEMII) han de dirigirse a los componentes de la Red Social por razones trascendentes, y en casos tópicos, cuando la urgencia del caso requiere una gran rapidez informativa, dos órdenes de ideas pueden ser vertidas sobre nuestro interlocutor, simultáneamente. De las dos comunicaciones la más trascendente, compleja o que requiera una expresión de gran exactitud, se elabora mediante una codificación numérica en la que cada dígito es captado mediante la repetición “n veces” del mismo fonema, con el auxilio de una peculiar modulación de estos. (Véase - Nota 4).

 

NOTA 4. -

Ilustramos con un ejemplo real esta modalidad de comunica­ción verbal de información.

 

En este tipo de lenguaje no se utilizan “vocablos o palabras”, las proposiciones se codifican aglutinando las componentes de la oración (sujeto predicado y verbo como dirían ustedes) en forma de proposición codificada. No importa tanto la eufonía como el significado real del pensamiento.

 

Así la proposición:

 

“Ese planeta verdoso parece flotar en el espacio”

 

sería expresada en nuestro lenguaje tópico (DU OI OIYOO ) de esta forma:

 

AYIIO NOOXOEOOYAA DOEE USGIGIIAM

 

pero si deseamos expresarlo por medio del OIYOYOIDAA, solo necesita­remos tres símbolos codificados.

 

PROPOSICICN: (Ese planeta flota en espacio) CORRECCIONES: (Verdoso), (parece; creemos que)

 

se utilizan tres cifras (en sistema duodecimal) la proposición requiere siete dígitos y las correcciones cinco y cuatro dígitos respectivamente.

 

De ese modo, en una charla intrascendente como

 

UAEXOÓE IANNO IAVAMII lE OEMII - UAMII XOA AALOA

 

se intercalaría la información precedente así­:

 

AEXOÓE IANNOO IANNO IAVÁMII lE lE IE UÁMII XOA AALOA AALOA AALOA.

 

en el que los dígitos pueden expresarse de dos modos, repitiendo ciertos fonemas, y modulando acentuadamente algunas de estas voces de forma característica.

 

Es esta última modalidad la que sirve de base a una tercera clase de lenguaje que aprovechando la codificación fundamental de las proposiciones más elaboradas (codificación numérica) establece reglas flexibles en la comunicación de información, mucho más complejas y exactas.

 

De modo que cuando necesitamos dialogar o expresar ideas trascendentes de carácter lógico matemático, “metafísico” o físico, requerimos una codificación singular de proposiciones, formulada de modo que nuestra dialéctica no encuentre obstrucciones idiomáticas fonéticas o emocionales. La alta ganancia en poder informativo compensa la lenti­tud o escasa fluidez del flujo de comunicación verbal.

 

Observamos discrepancias notables entre las bases lógicas familiares a ustedes y las nuestras.

 

Nosotros negamos el principio TIERRA del tercero excluido (exclusión del medio enunciado por Aristóteles) según el cual las proposiciones solo pueden ser VERDADERAS o FALSAS.

 

Determinada línea dialéctica exige asimismo no aceptar el principio llamado por ustedes de CONTRADICCIÓN (por ejemplo en el campo llamado por nosotros Teoría de BIEEWIGUU) (puede traducirse por psicofisiología).

 

Respetamos en todos los casos lo que ustedes denominan principio de IDENTIDAD.

 

Lo que acabamos de informarle exige una aclaración. En nuestro “devenir” normal, en nuestra vida rutinaria, nuestra dialéctica puede confundirse con la suya. Si yo digo que SI, me he despertado a las 26 UIW tal proposición es VERDADERA o puedo haber falseado la realidad en cuyo caso no es posible otra clase de enunciación distinta de VERDADERA o FALSA (y ello AQUÍ en mi marco tridimensional de mi WAAM (Universo).

 

Para efectos tópicas de la vida diaria, este artificioso principio bipolar-divalente es válido y útil (tampoco necesitan ustedes en el mercado hacer correcciones relativistas a la masa de una mercancía que se mueve desde el comerciante al cliente).

 

Pero cuando necesitamos especular acerca de los valores trascendentes o intentamos estudiar conceptos que ustedes llamarían gnoseológicos, ontológicos, físicos, biológicos, teológicos... ese principio es totalmente rechazable.

 

Este es precisamente el gran obstáculo a que aludíamos en párrafos precedentes. ¿Cómo exponerles a ustedes nuestras bases metafísicas si nuestros respectivos “idiomas” se basan en principios lógicos contradictorios? El problema no se solventa transcribiendo signi­ficados de fonemas como usted puede sospechar.

 

Esa es la razón (aparte de las inherentes a un imperativo de censura) por la que en nuestros informes nos vemos obligados a utilizar símiles tierracéntricos, proposiciones mutiladas y estrechas que podan toda la riqueza informativa de nuestras expresiones dialécticas. Ya la sola utilización del verbo SER, coarta todas nuestras posibilida­des. Toda la ontología de los pensadores de TIERRA está saturada de expresiones tales como “SER”, “NO SOY”, “EXISTO”, sin opción para otras formas de contenido distinto.

 

En este sentido es clarividente la orientación de los pensa­dores neopositivistas de TIERRA como Rusell, no en cuanto al rechazo de toda metafísica sino como exigencia de una revisión del lenguaje. Mientras ustedes no clarifiquen sus formas de comunicación informativa será muy laborioso y lento el proceso de búsqueda de la verdad.

 

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